sábado, 25 de agosto de 2007

"Un círculo perfecto
Una evaluación a la evaluación"
Primea reflexion (en base a lectura y algo mas)

"La evaluación es un proceso constante y permanente.Entendida de esta manera, permite la retroalimentación necesaria para la continuación y elaboración de futuras actividades y la promocion de nuevos aprendizajes. Hoy mas que nunca la evaluación debe seguir constituyéndose en un proceso mas que en un suceso pedagogico (ahumada, 1998)".

"Evaluar el proceso", es una frase casi romántica enfrentada a una palabra sacada desde el mismo purgatorio del aula, pruebas, la sola mencion ya hace que un extraño sentimiento recorra nuestro ser, no es una exageración, el ambiente educativo muchas veces se convierte en un lugar inhóspito, violento, y es apaciguado con las pruebas, muchas veces expresiones del poder del profesor. En otras ocasiones las aulas se envuelven en una maraña de conocimientos contestatarios, críticos a la realidad y son reprimidos de forma simbólica o abiertamente directa con una prueba que neutraliza discursos y acciones. Es esto lo que haremos cuando ejerzamos la labor educativa, la respuesta debería ser no.
Porque, ¿un circulo perfecto?, porque, la reproducción cultural de las condiciones sociales se hace a través de redes, o como Althusser los denomino los "Aparatos Ideológicos del Estado", donde uno de los principales es la escuela; el profesor se ve dentro de una burbuja que es casi indestructible pues el sistema escolar esta elaborado de manera que el profesor se ve limitado en su capacidad creadora y critica-reflexiva, debe apegarse a normas institucionales y ministeriales, los docentes no deben alzar mucho la voz porque si no son despedidos, pues la economía en Chile funciona, existen varios demandantes para una oferta de trabajo, los profesores se han convertido en un instrumento de la reproducción de las desigualdades sociales y simbólicamente se utiliza la calificacion como un método de control, de ejercicio de poder, de discriminación, de clasificación de los estudiantes; es decir que en el común de las aulas de los liceos y de escuelas municipales y subvencionadas (en menor grado) no hablamos de evaluación sino que simplemente de calificación. Como vemos la estructura no se rompe y el círculo sigue ahí, las condiciones se reproducen bajo "maquilladas reformas" y "teorizaciones mesquinas".

Ahora bien las calificaciones a menudo nos sirven de indicadores de cómo se vive el proceso educativo en le aula, pero además debemos insertar al proceso de aprendizaje y enseñanza en un contexto social, académico, cultural y afectivo, como base claro, porque en la evaluación deben interactuar el docente (evaluador) y el estudiante (evaluado) dentro de un contexto integrado que condicionara la practica de la evaluación del evaluador y del evaluado. Reconozco en esto que la puesta debería ser porque ambos persiguieran la construcción y retroalimentación constante de conocimientos, pero al contrario de esto creo que en la practica el valor de cambio del conocimiento hace que la calificación que obtiene el evaluado se convierta en un salvoconducto cultural, con todas las implicancias que podamos imaginar.

La pregunta que deberíamos hacernos es ¿Qué se aprende cuando se aprende?, mi respuesta seria aprendemos a copiar, y a memorizar, pero en la educación básica y media utilizamos mayormente la memoria a corto plazo... ¿y en la universidad es diferente?, la respuesta es incierta.

La tesis de esta reflexión es que las calificaciones son el medio a través del cual se discrima a los estudiantes, erróneamente se tiende a pensar que quien obtiene mejor nota, posee mayores conocimientos, creo que hemos construido un visión negativa entorno a la evaluación colocándola como sinónimo de evaluación, siendo que esta es lo contrario pues la evaluación se centra en el proceso de enseñanza aprendizaje y debiera ser integradora entre los docentes y los estudiantes, casi no existen los espacios para que los estudiantes evaluaren al docente, creo que esto seria mucho mas enriquecedor para crear un clima de confianza y de entendimiento en el aula.

Para cerrar me gustaría mencionar que para que exista una mejora en la evaluación, esta debería ser multidisciplinaría, integradora entre estudiantes y docente, y debería ser mas realista, apegada a un contexto determinado. Creo también que la mayoría de elucubraciones teóricas de la evaluación deberían construirse desde la práctica y la realidad educacional de chile, la teoría debe nacer desde la practica, debe elaborarse con un lenguaje académico común a los docentes chilenos a su contexto cercano y debe darse de un proceso de reflexión colectiva en espacios comunes para todos como son las aulas.

3 comentarios:

Profesora dijo...

Estimado estudiante:
Veo que tienes una opinión bien personal sobre el proceso evaluativo, más muy propio de la teoría de la reproducción cultural, dejas poco que hacer a los docentes, cuando son éstos los que tienen en sus manos gran parte del proceso, asumiendo que existen un sin fín de condicionantes, pero es tu pràctica y tú pondrás el sello "Dime como evaluas y te diré que tipo de profesional eres". Ahora, el tema es inagotable, pero retomando tu publicación, te recuerdo que lo que se pedía era un análisis crítico reflexivo del artículo particularmente, o sea, sacar la tesis del autor, valorar la lógica del texto, hablar en la voz del autor. Te invito a que releas la guía de lectura que acompaña a la rúbrica para el semestre. Como la forma de evaluar fue informada, esto se transforma en un instrumento no tradicional, tu nota es un 65. Atentamente

Profesora dijo...

Estimados estudiantes:

A continuación les adjunto una propuesta de lo que podría ser un análisis crítico-reflexivo del texto de Santos Guerra, luego del cual ustedes pudieran haber agregado sus juicios personales, tan propios de nuestra disciplina.

Miguel Angel Santos Guerra (2003) en su artículo “Dime cómo evalúas y te diré qué tipo de profesional y de persona eres” parte revisando la práctica evaluativa actual. Al respecto plantea, en primer lugar, que el profesor actúa en un contexto que condiciona su práctica de evaluación; donde existen disposiciones legales, supervisiones institucionales, presiones sociales y condiciones organizativas que regulan la actividad evaluativa. A esto se suman los componentes básicos de la evaluación (comprobación y explicación de los aprendizajes); el valor de uso y el valor de cambio que le asignamos al conocimiento y una práctica evaluativa que potencia o debilita el desarrollo de capacidades intelectuales en los estudiantes según sea el criterio del profesor.

En el contexto de esta práctica evaluativa descrita anteriormente, Santos Guerra concluye que la forma de entender y practicar la evaluación permite deducir las concepciones teóricas que tiene el evaluador sobre la inteligencia, sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje y sobre la profesión docente, por una parte; las actitudes que tiene el evaluador hacia sí mismo, hacia los evaluados y hacia sus colegas, por otra, y además es posible develar los principios éticos del evaluador sobre la realidad social, sobre la finalidad de la Educación y sobre la ética profesional.

Por último, el autor, termina su artículo proporcionando sugerencias para mejorar esta práctica. Propone someter la práctica a una crítica rigurosa, y a partir de esto orientar la investigación evaluativa cuyo fruto permita tomar decisiones para mejorar dicha práctica. Sin embargo, la mejora no será posible si no se mejoran primeramente las condiciones en las que se desarrolla dicha práctica. Esas condiciones no se modifican por arte de magia, pero los docentes como profesionales podemos iniciar el proceso.

easyfisco dijo...

guena moreno el titulo de la refleccion!!!!!

oye da una vuelta por

http://www.fisco60.blogspot.com
pa que te acuerdes de L. Althusser

ya chaoo